Sin lugar a dudas, el plástico es una de las sustancias más comunes en la vida moderna debido a sus estables propiedades físicas y químicas. Encuentra una amplia aplicación en embalaje, restauración, electrodomésticos, agricultura y otras industrias.
Al rastrear la historia de la evolución del plástico, las bolsas de plástico desempeñan un papel fundamental. En 1965, la empresa sueca Celloplast patentó e introdujo en el mercado las bolsas de plástico de polietileno, ganando rápidamente popularidad en Europa y sustituyendo a las bolsas de papel y tela.
Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en un lapso de menos de 15 años, en 1979, las bolsas de plástico habían capturado un impresionante 80% de la cuota de mercado europeo de bolsas. Posteriormente, rápidamente afirmaron su dominio sobre el mercado mundial de ensacado. A finales de 2020, el valor de mercado mundial de las bolsas de plástico superó los 300.000 millones de dólares, según indican los datos de Grand View Research.
Sin embargo, junto con el uso generalizado de bolsas de plástico, comenzaron a surgir preocupaciones ambientales a gran escala. En 1997, se descubrió la mancha de basura del Pacífico, que consiste principalmente en desechos plásticos arrojados al océano, incluidas botellas y bolsas de plástico.
En correspondencia con el valor de mercado de 300 mil millones de dólares, las reservas de desechos plásticos en el océano ascendían a la asombrosa cifra de 150 millones de toneladas a finales de 2020, y aumentarán en 11 millones de toneladas por año a partir de entonces.
Sin embargo, los plásticos tradicionales, debido a su amplio uso y sus propiedades físicas y químicas favorables para numerosas aplicaciones, junto con su capacidad de producción y ventajas de costos, resultan difíciles de reemplazar fácilmente.
Por lo tanto, las bolsas de plástico biodegradables poseen propiedades físicas y químicas clave similares a las de los plásticos tradicionales, lo que permite su aplicación en la mayoría de los escenarios de uso del plástico existentes. Además, se degradan rápidamente en condiciones naturales, lo que reduce la contaminación. En consecuencia, las bolsas de plástico biodegradables pueden considerarse la solución óptima en la actualidad.
Sin embargo, la transición de lo viejo a lo nuevo es a menudo un proceso notable, particularmente cuando implica reemplazar los plásticos tradicionales arraigados, que dominan numerosas industrias. Los inversores que no estén familiarizados con este mercado pueden albergar dudas sobre la viabilidad de los plásticos biodegradables.
El surgimiento y desarrollo del concepto de protección ambiental surge de la necesidad de abordar y mitigar la contaminación ambiental. Las principales industrias han comenzado a adoptar el concepto de sostenibilidad ambiental y la industria de las bolsas de plástico no es una excepción.
Hora de publicación: 28 de junio de 2023